3/21/2007

El software libre y las mujeres

El software libre y las mujeres
¿Por qué hay semejante brecha de género en nuestra comunidad?
Y qué podemos hacer con ella...


*Beatriz Busaniche
bea@vialibre.org.ar


“Tenemos una comunidad de voluntarios enseñándole al mundo cómo desarrollar tecnología en una forma diferente, promotores de la igualdad de oportunidades a través del libre acceso al software, y al mismo tiempo, una comunidad en la cual más del 50% del total de la población mundial no participa” afirmaba Fernanda G. Weiden hace poco tiempo en un artículo publicado en Groklaw[1].


La opinión de Fernanda no es casual. No hay que tener grandes dotes de observación para darse cuenta del notable desbalance entre mujeres y hombres que se registra en la comunidad de software libre, una comunidad que se dice a si misma libre, participativa y abierta.

Podemos intentar una justificación diciendo que esto es general a todos los ámbitos donde la tecnología es eje, incluyendo las carreras técnicas de las universidades. Sin embargo, en aquellos casos el desbalance no parece ser tan marcado como en la comunidad de Software Libre, donde algunos proyectos, como Debian, cuentan sólo con un 0.5% de presencia femenina
[2].

Si en el mundo tecnológico en general se registra una brecha, la situación parece ser peor en el mundo del Software Libre, comunidad que tiene sus propias reglas, dinámicas y particularidades.

Suelo tener dificultades cuando intento escribir artículos como este, básicamente porque me resisto a usar estereotipos ya sea de la comunidad o de las mujeres en general, para facilitar un análisis. Sin embargo, hay datos que parecen incontrastables.

Desde aquellos tiempos en los que la francesa Sophie Germain
[3] ten僘 que esconderse para estudiar matem疸icas, muchas cosas han cambiado, al menos en el plano formal. A pesar de la represi sufrida, las costumbres de su 駱oca no pudieron apagar una de las mentes m疽 brillantes de tu tiempo, pero ソcu疣tas mentes como la de Sophie Germain habr疣 quedado apagadas para siempre por el so hecho de ser mujeres?

Si bien ya no se acostumbra quitarle las velas a las niñas para que no estudien matemáticas de noche, hay otras formas menos cruentas de mantenerlas alejadas de las profesiones “masculinas”. Aún hoy es común ver en familias con hijas e hijos que las computadoras y los juegos informáticos van a parar a las manos de los niños mientras que las niñas siguen recibiendo el refuerzo típico de su rol social futuro: muñecas y cocinas.

Así, aunque no esté prohibido el ingreso de mujeres a carreras técnicas o de ciencias duras, suelen ser pocas las que llegan con tiempo y ganas de participar de una comunidad como la de Software Libre.

Quienes como mujeres nos hemos incorporado a estas comunidades, tenemos un bagaje de experiencias compartidas y anéctodas que parecen repetirse casi de manera similar en varios espacios, en particular en las comunidades latinoamericanas. Aquella idea de que “GNU/Linux es cosa de hombres (o machos)” o el más gentil pero igualmente excluyente “... yo lo instalo y después te enseño cómo lo hice”, son algunas clásicas muletillas que suelen escuchar los oídos femeninos que se acercan a la comunidad.

Desde luego no podemos responsabilizar a esta comunidad de algunas cuestiones socio-políticas y culturales que arrastramos desde hace siglos. Si hacemos un breve recorrido histórico, es imperativo recordar que en Argentina, las mujeres tienen derecho a votar sólo desde mediados del siglo pasado, mientras que aún son necesarias las políticas de cuotas para que haya cierto número mínimo de mujeres en espacios de decisión política.

Las políticas de “empoderamiento” de las mujeres aún parecen ser necesarias antes de hablar de una efectiva democracia de género en varios ámbitos de acción social.


¿Cómo traer estas cuestiones al mundo del software libre?

En primer lugar, se torna necesario observar la situación y aceptar que existe realmente un problema. Para muchos (hombres), la ausencia de mujeres en los foros de Software Libre se debe a que “ellas” no participan. Se da por sentado que el sólo hecho de mantener las puertas abiertas y no poner barreras “formales” de ingreso traslada la responsabilidad al otro género. “¡Pues si no vienen es porque no quieren!” y “¡ Jamás se le ha negado la entrada a una mujer!” son las justificaciones clásicas. Y así, encontramos grupos de usuarios donde la membresía femenina alcanza a la cifra de 1 o 2 en el mejor de los casos.

Por otro lado, nos encontramos con otro fenómeno: la distribución social del trabajo. Parece que el “default” indica que las mujeres en Software Libre son las encargadas de mandar a hacer los souvenirs y productos promocionales del grupo, atender los stands y llevar el micrófono a los panelistas.

Encontrar mujeres efectivamente hackeando, desarrollando documentación o haciendo política en software libre parece una tarea un poco más difícil. Para ser justas, sabemos que hay mujeres que están haciendo eso, pero son pocas y el número no parece incrementarse con el correr de los años. La proporción de panelistas y participantes femeninas en eventos de Software Libre raras veces alcanza al 10%. Y jamás he visto una mujer en los comités de evaluación de ponencias en los eventos más grandes de Software Libre, por lo menos en Argentina.

Insisto con que, a pesar de que muchos opinan lo contrario, tenemos un problema. El fuerte desbalanceo de género en nuestra comunidad hace que muchos sectores de nuestra sociedad que bien podrían estar adoptando Software Libre no lo hagan, o estén más lejos de conocer las ventajas socio-políticas y económicas que tanto promovemos por no sentirse representados en esta comunidad “de hombres”.

Algunas realidades que vale la pena cambiar

Si bien la comunidad de Software Libre no va a cambiar las tendencias sociales hacia la exclusión y la sobreexplotacion de gran número de mujeres, si tiene la responsabilidad de mirarse a si misma y ver qué es lo que ocurre en su interior.

Como ya dijimos, la comunidad arrastra las viejas tendencias culturales a pensar que las computadoras y los juegos de video son cosa de hombres y que GNU/Linux en particular también lo es. Ni hablar de aquel viejo prejuicio de que las mujeres no tienen pensamiento lógico o que se distraen con facilitad
[4].

En la comunidad de Software Libre, donde en general la participación es meritocrática y se suele discutir fuertemente posiciones en listas de correo, este tipo de prejuicios muchas veces condicionan la participación femenina. En un mundo altamente competitivo, parecería que las mismas mujeres se quedan a un costado observando.

Participar en comunidades de Software Libre requiere generalmente una fuerte autoestima, un carácter firme y seguro y la capacidad de argumentar y defender el propio trabajo en espacios donde no hay una cabeza, pero si liderazgos fuertes y muchas figuras de tipo “gurú” y/o“dictador benevolente”.

En paralelo nos encontramos con que las mujeres, generalmente subestiman sus propias capacidades y/o evitan defender públicametne sus posiciones, en particular en ambientes que pueden parecer hostiles (y que muchas veces efectivamente lo son).

Otra cuestión a considerar es que muchas personas hacen trabajo voluntario en la comunidad de Software Libre en sus horas libres, como parte de sus hobbies. Para las mujeres, en la sociedad actual, el tiempo libre suele ser bastante menor que para los hombres, ya que generalmente, tras sus jornadas laborales, otras tareas las esperan en sus casas: la atencion del hogar y los niños y niñas. Mientras no se realice una distribución más justa de las tareas hogareñas, dificilmente más mujeres tengan margen a desarrollarse en un mundo de alto grado de exigencia como es la comunidad de Software Libre.

Mientras es común encontrar activistas hombres que tienen familias constituidas, parejas muchas veces ajenas a la comunidad e hijos, en el caso de las mujeres con más visibilidad en los eventos por ejemplo, la tendencia parece ser de mujeres solteras o en pareja con alguien de la comunidad, pero casi siempre sin hijos. Esta tendencia tiende a confirmar lo dicho, aquellas que pueden ganar un lugar son las que no tienen la responsabilidad de mantener familias a su cargo. ¿Será que se torna difícil para una mujer el hecho de tener hijos y familia y ser activista de Software Libre?

Como si esto fuera poco nos encontramos también con las tendencias clásicas de definir a las mujeres según su relación con algún hombre: “la novia de ... ”, “la chica de...” , o “la mujer de... ” antes que por su propio nombre y méritos. Esto es más común de lo que parece y muchos hombres ni siquiera se dan cuenta de lo injusto que eso puede llegar a ser.

Más allá de estos datos de simple observación que necesariamente deberíamos corroborar estadísticamente para poder afirmarlos, una cosa es cierta, la comunidad de software libre se está privando a si misma de la participación de mujeres que han sido, y suelen ser, motores importantes del cambio social.


Entonces, ¿qué podemos hacer?

Lo primero, asumir el problema. Difícilmente podamos resolverlo si no consideramos efectivamente que tenemos un problema como comunidad. Lo segundo, mirar la experiencia de otros movimientos, y en esto, el movimiento feminista tiene mucho para enseñarnos.

Por eso quiero rescatar el concepto de “democracia de género” para la comunidad de software libre, entendiendo democracia de género como “la distribución justa de derechos, oportunidades, recursos, responsabilidades y tareas entre los géneros, respetando las diferencias entre hombres y mujeres.”
[5]

Pero nuestra comunidad está ciertamente rezagada en este objetivo de democracia de género, por lo que parece necesario ir un paso más atrás y empezar a pensar cómo lograrlo, sabiendo de antemano que “género” no es sinónimo de “mujer” e involucrando a los hombres en este asunto.

Una expresión ya clásica de la lucha de las mujeres es el concepto de “empoderamiento”, un neologismo que pretende ser la traducción de la palabra inglesa “empowerment”. Esta expresión no tiene su origen en la teoría feminista, sino que proviene de la cultura política anglosajona y se refiere con frecuencia a los sectores de base o las minorias oprimidas. Sin embargo, se ha convertido en una palabra clave del movimiento feminista.

En nuestra comunidad, podríamos usar estrategias de “empoderamiento” justamente para superar las propias limitaciones que se auto-imponen algunas mujeres y para fomentar su participación en la vida de la comunidad en condiciones de igualdad de oportunidades y responsabilidades. En el plano personal, es importante fomentar el desarrollo de capacidades de las mujeres, para que avancen ellas mismas en el logro del objetivo de inclusión equitativa.

En esta línea trabajan algunos proyectos como el brasileño PSL Muhleres
[6], que da visibilidad a las mujeres del movimiento y se vincula fuertemente con organizaciones feministas no precisamente relacionadas a los temas tecnolicos. Nacido en el 2003, el PSL Muhleres fue fundado por Loimar Vianna, Fernanda Weiden, Paloma Costa y Cristiane Camboine y cuenta ya con m疽 de 150 suscriptos a sus listas de correos, contando con un 90% de participaci femenina de Brasil, Bolivia, Argentina, Paraguay y Uruguay, entre otros pa﨎es.

Otro proyecto que trabaja en esta misma linea es Debian Women
[7] que promueve la inclusi de mujeres en el gran proyecto Debian, mayoritariamente dominado por hombres y cuyas tasas de participaci femenina son francamente pobres.

Estos parecen ser buenos caminos a seguir, pero no los únicos. Las estrategias de “empoderamiento” y creación de capacidades para que las mujeres participen más y mejor en las comunidades de Software Libre no son un objetivo en si mismas, sino la herramienta que podemos usar para lograr un objetivo macro de democracia de género en el movimiento.

Existen diferentes pasos a seguir para lograr ese objetivo, pero el primero, sin dudas, es el involucramiento de los hombres en el problema, pues esto no es un asunto de las mujeres sino de nuestra comunidad como conjunto.

Es importante que tanto hombres como mujeres revisemos nuestras propias conductas relativas a las relaciones de género, que pongamos esta cuestión en nuestras agendas y prestemos atención a nuestras prácticas cotidianas.

Programas de formación y estímulo a la participación de mujeres en el Software Libre, trabajo transversal con organizaciones de mujeres para que adopten, usen y promuevan Software Libre, pueden ser estrategias para lograr mayor participación y visibilidad de las mujeres en el movimiento. Así, las estrategias de empoderamiento pueden ser un primer paso, pero bajo ningún concepto se debe excluir a los hombres del objetivo macro de trabajar bajo un marco de equidad de género en nuestra comunidad.

Igual, mientras buscamos aplicar esas estrategias en forma sistematizada, día a día, las mujeres de la comunidad tenemos entre nuestras responsabilidades la tarea de contagiar el entusiasmo a otras mujeres, luchar por nuestros espacios (ya sea dentro de la comunidad como fuera de ella), superar las tendencias a la subestimación de nuestras capacidades y demostrar que el Software Libre sólo podrá crecer socialmente con inclusión y equidad. En esa tarea estamos.




Sobre la autora

Beatriz Busaniche es Licenciada en Comunicación Social, graduada en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
Es activista de Software Libre, trabaja para la Fundación Vía Libre (
www.vialibre.org.ar) y es miembro del Consejo Ejecutivo de la Fundación del Software Libre de América Latina (www.fsfla.org)

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Fuentes y lecturas recomendadas

* Fernanda G. Weiden – Women in free software
http://www.groklaw.net/article.php?story=20050911153013536

*Mujeres en el Foro Internacional de Software Libre de Brasil (Junio de 2004)
http://people.softwarelivre.org/~fernanda/documentos/pesquisa-mulheres-2004.pdf

* Proyecto Debian Women
http://www.debianwomen.org
* Proyecto Software Libre Mujeres
http://mulheres.softwarelivre.org

* Val Henson - Cómo atraer mujeres a Linux
http://infohost.nmt.edu/~val/howto.html

* Fernanda G. Weiden - Free software with a female touch
http://people.softwarelivre.org/~fernanda/palestras/free_software_with_a_female_touch.sxi

* Democracia de género – Una propuesta inclusiva. Ediciones Boell Nro. 18
http://www.boell-latinoamerica.org/download_es/democraciadegenero.pdf

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Copyright 2006 © Beatriz Busaniche
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[1]Fernanda G. Weiden http://www.groklaw.net/article.php?story=20050911153013536
[2]http://www.groklaw.net/article.php?story=20050911153013536
[3]http://mate.uprh.edu/museo/mujeres/sophie.htm
[4] Prejuicio usado también para criticar la forma de conducir un auto atribuida a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres.
[5]http://www.boell-latinoamerica.org/download_es/democraciadegenero.pdf
[6]http://mulheres.softwarelivre.org

[7]http://www.debianwomen.org
*Beatriz Busaniche
bea@vialibre.org.ar


“Tenemos una comunidad de voluntarios enseñándole al mundo cómo desarrollar tecnología en una forma diferente, promotores de la igualdad de oportunidades a través del libre acceso al software, y al mismo tiempo, una comunidad en la cual más del 50% del total de la población mundial no participa” afirmaba Fernanda G. Weiden hace poco tiempo en un artículo publicado en Groklaw
[1].


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