11/29/2006

Gender equality, work and health: A review of the evidence

Gender Equality, Work and Health: A Review of the Evidence

Karen Messing, CINBIOSE, Université du Québec, Montréal, Canda and Piroska Östlin, Karolinska Intitute, Stockholm, Sweden
WHO Gender, Women and Health Department, 2006

Available online as PDF file [57p.] at: http://www.who.int/gender/documents/Genderworkhealth.pdf

"…This volume summarizes the evidence about the relationship between gender inequality and health and safety problems related to work. It reviews gender issues in research, policies and programmes on occupational health and safety, and highlights some specific issues for women. It also considers biological differences between women and men in relation to the hazards they face in the workplace. Implications of the findings and recommendations for occupational health research, policy, legislation and training are discussed…".

11/20/2006

ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD

ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD
Oficina Regional, Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS)
Martes, 21 de noviembre de 2006, 11:00 am, Sede de la OPS - Jerry Rivera "Campeón de Salud"


Noticias e Información Pública
Comunicado de Prensa
Enlace:
http://www.paho.org/default_spa.htm

Enfoque: Contra la Violencia Doméstica en la OPS
OPS subraya que la violencia doméstica constituye una severa e inaceptable violación de los derechos humanos
Coincidiendo con la próxima conmemoración del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el 25 de noviembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó esta semana que a pesar de todos los esfuerzos en curso, el fenómeno de la violencia doméstica continúa manifestándose gravemente en todos los países de la Región de las Américas.
Washington, D.C., 20 de noviembre de 2006 (OPS) — Expertos de la Organización Panamericana de la Salud afirmaron hoy que la violencia doméstica continúa siendo un problema de enorme magnitud e importancia contra el que se deben redoblar todos los esfuerzos posibles en las Américas ya que este fenómeno no sólo constituye un atentado contra la dignidad de las personas sino que representa una severa e inaceptable violación de los derechos humanos.
El Consejero Regional de la OPS en asuntos de violencia, Dr. Alberto Concha-Eastman, subrayó la importancia que la entidad panamericana concede a la violencia doméstica, afirmando que “es una pesadilla que atenta y compromete directamente el desarrollo de nuestros pueblos”.
Aun mucho trabajo por hacer
El Dr. Concha-Eastman destacó los esfuerzos que se están realizando en los países de las Américas para dar una respuesta adecuada y precisa al fenómeno de la violencia doméstica, particularmente los referidos al diseño e implementación de políticas públicas y leyes específicas para prevenir, atender y sancionar. El problema en las Américas, dijo, está dejando de ser un asunto privado y cada día se reconoce como algo que pertenece a la esfera pública. No obstante, el consejero regional reconoció que se debe hacer mucho más, llegando a afirmar que dada la magnitud del problema, aun queda mucho trabajo por hacer. “La carga que sobre los sistemas de salud pública en la Región representa la violencia doméstica sigue sin ser correspondida por una infraestructura adecuada o paralela a la respuesta que este problema claramente demanda”, afirmó el Dr. Concha-Eastman.
Desde la Unidad de Género, Etnia y Salud de la OPS se observa con enorme preocupación el fenómeno de la violencia doméstica y contra la mujer en la Región de las Américas y en todo el mundo. “Numerosos estudios han demostrado que una de cada tres mujeres en la región en algún momento de su vida ha sido víctima de violencia sexual, física o psicológica”, afirmaron funcionarias de la citada unidad. “Para erradicar la violencia contra las mujeres debemos abordar las causas así como los efectos. La raíz del fenómeno está en las desigualdades sociales entre hombres y mujeres en materia de acceso a recursos y poder.

“La clave para la eliminación de este azote social reside en cambios de actitud y de comportamiento hacia la igualdad de género pero, fundamentalmente, en el “empoderamiento” de las mismas mujeres”, afirmó la Dra. Elsa Gómez, asesora regional de la citada unidad de la OPS. “La participación intersectorial y de la comunidad permite que la prevención sea realidad, creándose con ello nuevas redes que estigmaticen y castiguen este tipo de violencia y aseguren que las sobrevivientes reciban la atención y protección que requieren”.

Datos derivados de las Encuestas de Demografía y Salud, realizadas en algunos países de la Región y representativas del nivel nacional, dan prueba de la magnitud de esta problemática. En el 2003, un 53% de mujeres encuestadas en Bolivia declararon haber experimentado violencia física y un 12% declararon haber sufrido violencia sexual.
Los datos para otros países seleccionados son similares:

Perú (2004): 42% violencia física, 10% violencia sexual
Colombia (2005): 39% violencia física, 12% violencia sexual
Ecuador (2004): 31% violencia física, 12% violencia sexual
Haití (2000): 29% violencia física, 17% violencia sexual.
Testimonios de víctimas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo público el año pasado por estas mismas fechas un gran informe multi-país, pionero en su género, en cuya elaboración de tres años se tomaron en cuenta las entrevistas realizadas a más de 24.000 mujeres de zonas rurales y urbanas de una decena de países representativos de todas las Regiones del mundo. En el informe se recogen los hallazgos sobre todos ellos, incluidos Perú y Brasil en las Américas.
El estudio Salud femenina y violencia doméstica contra las mujeres explica las graves consecuencias que para la salud y para el bienestar de las mujeres tiene la violencia física y sexual ejercida por los maridos o por la pareja. También pone de manifiesto el grado de ocultación que, de acuerdo a los testimonios recabados por equipo encargado del estudio, sigue rodeando este tipo de violencia. Testimonios como estos pasajes tomados de algunas de las entrevistas realizadas:
· “Durante mucho tiempo he sufrido y he tenido que tragarme todo el dolor. Por eso estoy siempre yendo al médico y tomando medicamentos. Nadie debería hacer estas cosas”.
· “Consiguió una pistola, no se cómo… Y le decía a las chicas: ‘Voy a matar a tu madre… Cuando amanezca tu madre estará muerta aquí mismo…’. Yo cerraba con llave la habitación y dormía con un perro dentro para que no me matara”.
· “Me golpeó en el vientre y me hizo perder dos niños gemelos o mellizos, no lo sé. Sangraba mucho cuando fui al Hospital de Loayza, y allí me limpiaron”.
En el prólogo de este estudio del 2005 se afirma que la investigación desafía la percepción de que el hogar es un lugar seguro para la mujer, mostrando en cambio que las mujeres corren mayores riesgos de experimentar la violencia en sus relaciones íntimas que en cualquier otro lugar.
Según el estudio “es particularmente difícil responder con eficacia a la violencia doméstica porque muchas mujeres aceptan esa violencia como ‘normal’. Sin embargo, el derecho internacional sobre derechos humanos es claro en este sentido: los Estados tienen la obligación de adoptar las medidas oportunas para prevenir, procesar y castigar la violencia ejercida contra la mujer”.
Conmemoración en la OPS
Coincidiendo con la próxima conmemoración del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el sábado 25 de noviembre, la OPS ha organizado el martes 21 en su sede regional en Washington, D.C. un evento especial al que asistirán personas que han experimentado abuso y violencia en el curso de sus relaciones de pareja y que ahora, con sus testimonios, desean contribuir a la eliminación de la violencia doméstica contra todos aquellos que la padecen, ya sea directa o indirectamente.
Este evento estará presidido por funcionarios y expertos de la OPS, y contará con la presencia especial del puertorriqueño Jerry Rivera, estrella internacional de la salsa, quien llega expresamente desde Miami a la sede de la OPS en Washington para aceptar y recibir el galardón “Campeón de Salud” por sus contribuciones a la salud y su trabajo constante contra la violencia doméstica.
“Campeón de Salud” es un importante galardón que la OPS concede a líderes y personalidades mundiales que se han destacado por sus contribuciones en el campo de la salud y que se destacan con su participación en campañas internacionales de concienciación social. Esta galardón lo ostentan, entre otros figuras internacionales como Heather Mills-McCartney, Mario Kreutzberger “Don Francisco”, John Secada o Ronaldo de Assis Moreira, “Ronaldinho”.

La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.

Hablando con…
Dr. Alberto Concha-Eastman
Consejero Regional de la OPS en Prevención de la Violencia


“La violencia doméstica es una pesadilla que atenta y compromete directamente el desarrollo de nuestros países”


Washington, D.C., 20 de noviembre de 2006 (OPS) — En una breve conservación con el Dr. Alberto Concha-Eastman en el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de Noviembre, el Consejero Regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) contra la violencia afirma categórico que “es fundamental fortalecer los códigos de justicia y de las leyes de todos los países en materia de violencia doméstica”.

La OPS celebra el martes 21, en su sede regional en Washington, D.C., un acto que contará con la presencia de líderes y expertos de la OPS y de otras agencias y entidades, y al que han sido invitadas personas que han experimentado violencia doméstica y abuso en el hogar que ofrecerán testimonios directos sobre esta realidad de nuestros pueblos.

Dr. Concha-Eastman, ¿se está progresando en las Américas suficientemente para revertir los índices de violencia doméstica en los países de América Latina y el Caribe?

Se está progresando, pero no al ritmo que demanda la importancia y crudeza de esta problemática. Es cierto que es lo últimos años la mayoría de los países de América Latina han realizado esfuerzos para el diseño y la progresiva implementación de códigos legislativos y otras medidas tendentes a prevenir, atender y sancionar la violencia doméstica. También es cierto que debido a ello y al trabajo de un innumerable número de personas y entidades a nivel local, nacional e internacional, cada día más en nuestras sociedades de América Latina y el Caribe el problema de la violencia doméstica está dejando de ser un asunto privado para reconocerse como algo que pertenece e incumbe a la esfera pública y más en concreto, al ámbito de los derechos humanos.

¿Cómo valora usted estos desarrollos desde una perspectiva regional?

Desde la OPS se observan esperanzadoramente estos cambios y desarrollos de percepción y los subsiguientes pasos en materia de legislación que los países están adoptando. Pero queda mucho por hacer. La OPS lleva muchos años trabajando y asistiendo a los países en materia de asesoramiento y cooperación técnica en estos asuntos. Todo ello se enmarca en una estrategia muy definida de planes y programas que pautan la urgente y necesaria respuesta contra la violencia doméstica en los hogares de nuestra Región. Es importante subrayar -y con un especial énfasis durante estas fechas cuando se conmemora en todo el hemisferio el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres- que la violencia doméstica constituye una severa e inaceptable violación de los derechos humanos.

La violencia doméstica es un asunto que concierne a la salud pública. ¿Están suficientemente preparados los sistemas de salud de las Américas para responder a este desafío?

La carga que sobre los sistemas de salud pública en la Región representa la violencia doméstica sigue sin ser correspondida por una infraestructura adecuada o paralela a la respuesta que este problema claramente demanda. La violencia doméstica es un tema que concierne directamente al campo de los derechos humanos. Y por ello es fundamental fortalecer y ver reflejados estos mandatos de derechos humanos en los códigos de justicia y en las leyes de todos los países. No hay ninguna duda de que la violencia doméstica es también un fenómeno que afecta a la salud pública de manera directa. La evidencia en este sentido es irrefutable. La violencia doméstica es una pesadilla que en verdad no ha terminado. Más al contrario, es un problema extremadamente serio que atenta y compromete directamente el desarrollo de nuestros países. Millones de personas en nuestro hemisferio siguen siendo hoy víctimas y perpetradores de la violencia doméstica. Las consecuencias físicas, mentales y sociales que esto ocasiona son enormes y muy serias. Antes mencioné que la violencia doméstica es una severa e inexcusable violación de los derechos humanos. Bajar la guardia en respuesta a esta epidemia es igualmente inexcusable porque, como ha declarado el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, la violencia doméstica (contra la mujer) es quizás la violación de los derechos humanos más vergonzosa. “Y es quizás la más generalizada”, señala Annan. “No conoce ningún límite de geografía, cultura o riqueza. Siempre que siga, no podemos alegar estar logrando avances reales hacia la igualdad, el desarrollo y la paz”.

La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.


Tina Norris se dedica profesionalmente a ayudar a víctimas de la violencia doméstica

“El dolor que yo sufrí me ha enseñado que soy realmente más fuerte de lo que pensé. He logrado descubrirme en ese proceso”.


Washington, D.C. 20 de noviembre 2006 (OPS) – En una reciente entrevista con el periódico The Examiner de Washington, D.C., Tina Norris, una víctima de violencia doméstica que se dedica ahora por entero a ayudar a las personas que sufren de abuso y malos tratos, parece irradiar una gran fortaleza y seguridad personal al pedir a aquellos que han sufrido o están sufriendo violencia doméstica que nunca pierdan ni el foco ni la esperanza ya que, afirma Norris, la grandeza está dentro de ti.

La Sra. Norris habló con la OPS sobre violencia doméstica y en relación a su trabajo para poner fin a este problema en nuestra sociedad.

Sra. Norris, ¿cómo definiría usted ‘grandeza’? Partiendo de su propia experiencia personal, ¿cómo descubrió usted esa grandeza? ¿Es sobrecogedor llegar a aceptar esa “nueva” dimensión que siempre estuvo allí?

La grandeza es esa fortaleza que hay en el interior de cada uno de nosotros que no nos permite tirar la toalla a la vida o a nosotros mismos a pesar de lo que hemos tenido que sobrellevar en la vida. El dolor por el que yo pasé me ha enseñado que soy mucho más fuerte de lo que nunca imaginé. La grandeza que habita en cada uno de nosotros se va perfeccionando a diario al ir superando las pruebas y las incertidumbres que la vida nos regala cada día. He aprendido que lo que no te mata en verdad te hace más fuerte. Yo ahora se más por lo que logré sobrellevar ayer. Estoy de acuerdo: es realmente sobrecogedor aceptar a quien realmente soy. Si, la grandeza estuvo siempre ahí. Apenas tenía que abrirle las puertas.

¿Ha jugado el concepto de la fe un papel importante en el proceso que usted acaba de describir?

Mi fe es algo bien importante para mí. Es algo que me ha mantenido en los momentos más duros de mi vida. Creer que dentro de mí existía algo superior a mí misma parecía algo como imposible y ciertamente irrealizable. He logrado descubrirme en este proceso. Descubrí que de mi dolor nació la pasión para abrazarme a un propósito. Mi propósito en la vida es empoderar a mujeres de tal manera que ellas también puedan liberarse de una relación abusiva. Para mí, este fue un momento divino de descubrimiento personal. Acepté mi pasado y le permití que fuera este mismo pasado el propulsor hacia una vida más grande y más plena. La grandeza estuvo siempre ahí, y ahora que la he aceptado, el mundo se verá beneficiado de mi experiencia personal.

Hablando de relaciones en general y en torno a la idea del abuso, ¿le ha hecho su propia experiencia pensar más allá acerca del fenómeno del Amor? ¿Ha llegado a reflexionar sobre por qué parece que en nuestra cultura de hoy día, más y más parejas e individuos se avergüenzan de sentir y aceptar sentimientos tales como amor o felicidad verdadera?

Pienso que el haber superado el abuso ha jugado un enorme papel en perfilar mis puntos de vista sobre una gran variedad de tópicos, incluido el amor. Es importante entender que muchas víctimas de violencia doméstica son transgredidas por las personas más cercanas a ellos: maridos y/o novios o compañeros íntimos. Aceptar que estas personas más cercanas pueden ser los autores de semejantes daños es un temor generalizado. Sin embargo, la realidad es que este nivel de traición y devastación realmente tiene lugar. Sanar de una relación abusiva toma tiempo y aprender a confiar nuevamente demora incluso más. Algunos le resistimos al amor por miedo, mientras otros pensamos que es mejor estar y permanecer solos a exponerse a la posibilidad de que el abuso vuelva a suceder. Esto me entristece porque muchas personas realmente maravillosas han sido privadas de experimentar amor verdadero. Y si; el amor verdadero existe porque yo lo estoy experimentando a pesar de todo lo que he soportado.

¿Piensa que la violencia doméstica es algo que va más allá y que toca algo mucho más grande y substancial que lo que comúnmente englobamos con el término género?

La violencia doméstica es lamentablemente una epidemia grandemente extendida. Destroza no únicamente la vida de las víctimas sino aquellas asociadas a las víctimas. La violencia doméstica le puede afectar a cualquier persona en cualquier lugar. Los ricos y los famosos también son afectados y la sufren. La violencia doméstica no se limita únicamente a un género, raza o lugar geográfico específico. Y es algo que les roba a las personas de su estima propia, su identidad y su dignidad.

¿Qué mensaje fundamental desea usted comunicar a todos aquellos que están afectados de una o otra manera por la violencia doméstica?

El mensaje más importante es lo fundamental que es el que nos unamos para dar voz a las víctimas de la violencia doméstica en todo el mundo. De hecho debemos de cuidar y proteger a nuestras hermanas y a nuestros hermanos. Hemos de darnos cuenta de a quiénes tenemos a nuestro alrededor. Darnos cuenta y preguntarnos por qué ahora no sabemos u oímos tanto como antes de esta amiga o ser querido con los que estábamos en contacto casi a diario. Si tu tienes moratones, preguntemos por qué y a qué se deben. Si un amigo o miembro de la familia se está aislando, preguntemos qué pasa. No debemos adoptar la actitud de “ese asunto no es de mi incumbencia” porque su intervención en verdad puede llegar a salvar una vida. Estoy convencida de que mi propósito es ser esa voz. Entiendo y simpatizo con las complicadas emociones asociadas con la violencia doméstica y soy consciente de la necesidad de empoderar a mujeres que sepan que ellas también pueden lograrlo. Si mi historia y mi vida pueden ayudar a otra mujer, entonces yo sabré que mi compromiso no ha sido en vano.


La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.


A todos los que experimentan violencia doméstica, Cristina les dice:

“Hable con alguien sobre lo que usted está atravesando. Hable con alguien”


Washington, D.C. 20 de noviembre 2006 (OPS) - “Una de las cosas que yo he aprendido mientras me recobro de lo que me pasó es que no estoy sola. La violencia doméstica y todo lo que ello acarrea es algo mucho más común de lo que creemos o queremos admitir”, dijo Cristina, una mujer de 49 años y madre de dos adolescentes que reside al sur de Washington, D.C., en el estado de Virginia. Ella sufrió violencia doméstica y abuso. En el 2002 decidió que no lo iba a tolerar ya más.

“Hay algo más que he descubierto, y es que puedo ser imperfecta y por lo tanto, no tengo que temer en todo momento tal y como yo me sentía en un período de mi vida. Este es un sentimiento muy liberador”, dijo. “Ya no tengo que ponerme una máscara ni adoptar una apariencia particular para andar por la vida. Antes siempre -siempre- había una excusa o razón para estar ocupada. Esto en realidad era una trampa porque parecía como si no tuviera, o mejor dicho, como si no se me permitiera tener tiempo para mí misma. Ahora puedo ser yo misma y eso me hace feliz”.

Hablando desde su hogar, Cristina explicó que vió reflejada su propia historia en similares experiencias compartidas por mujeres en reunions y grupos de apoyo a los que acudía al tiempo que asistía a sesiones de terapia y consejería profesional. Ella enfatiza el no esperar en la búsqueda de una muy necesitada ayuda y apoyo. Y les dice a todos aquellos que están experimentando violencia doméstica: “Hable con alguien de lo que está atravesando. Hable con alguien”.

La experiencia de ver reflejada su historia y su presente en experiencias semejantes le ha dado a Cristina el conocimiento y la seguridad para comenzar un extraordinario proceso de recuperación. Ella ha comenzado ya a romper las enrevesadas y viciadas telas de araña del círculo de abuso al que estuvo expuesta. Hacerlo le ha empezado a dar una nueva libertad y perspectiva. Gracias a ello también sus hijos se están beneficiando.

El momento de la verdad se empezó a cocer entre el 2001 y el 2002 mientras escuchaba cuidadosamente asuntos relacionados a la violencia doméstica y al abuso en un famoso programa de la television presentado por Oprah Winfrey, una estrella de la pequeña pantalla extraordinariamente popular en Estados Unidos y con una notable influencia en la cultura estadounidense. Cristina tenía la rutina diaria de encender el televisor y mirar el programa de Oprah mientras preparaba la cena de la familia. Durante esos meses, el show presentó muchos segmentos directamente relacionados con la violencia doméstica, con testimonios de mujeres que relataban lo que habían pasado.

Al mirar y escuchar mes tras mes, “empecé a descubrir algo: ¡Díos mío, si eso es lo que me está pasando a mí! Y finalmente en julio del 2002, Cristina pasó de la idea a la acción, llamando al número de emergencias de la policía.

“A menudo las mujeres quieren en secreto salir de esa situación. Pero entonces llegan las Navidades, los festivos… Y siempre pareciera que no es el momento adecuado, por cualquier razón. Tú eres la hacedora del hogar, ¿cierto? Así que… si eres el ama de casa, no deseas ser la persona que lo rompe…”.

En una breve entrevista, Cristina afirmó que si alguien te está haciendo daño, los hijos también están siendo afectados. “Los niños sintonizan extraordinariamente bien todo el comportamiento y las dinámicas que tienen lugar en el hogar”, dijo. “No soy yo sola quien no tiene que sentirse atrapada o encarcelada ya nunca más en el círculo de la violencia y el abuso. La libertad y el bienestar de mis hijos también ha de ser nutridos y protegidos en todo momento”.


La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.

Enlaces:

Violencia Doméstica, OPS http://www.paho.org/spanish/ad/ge/VAW.htm

We Inspire, LLC http://www.enteranotherlevel.org/

Jerry Rivera www.jerryrivera.com